Campaña electoral en Madrid | ¿Qué opinas de la libre elección de centro escolar? ¿Y del pin parental?

Llegar a un consenso en educación continúa siendo una utopía en España. El año pasado se cerró con la aprobación de la octava ley educativa de la democracia, que salió adelante entre fuertes críticas de PP, Vox y Ciudadanos. Su desacuerdo con la conocida como Ley Celaá es tal que apenas un mes después la Comunidad de Madrid iniciaba la tramitación de su propia "Ley Maestra". Con unas elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina, 20minutos pregunta a los madrileños sobre aspectos relativos a un tema crucial. 

El Ejecutivo que preside la popular Isabel Díaz Ayuso afirma que con su nueva legislación asegurará la libertad de elección de centro escolar -frente a la Lomloe, que creen que la coarta-, un sistema que a priori la gran mayoría de los encuestados comparten. "Me parece muy bien que los padres lleven a sus hijos al centro que más les convenga, tanto por distancia como por ideario del colegio. Libertad", clama Mari Carmen, quien a sus 69 años ya está jubilada pero que ha sido profesora en escuelas públicas "toda la vida". 

El problema viene cuando esa libertad puede no estar al alcance de todos y llegar a esconder diferencias de nivel entre centros. "Yo no lo comparto. El que quiera elegir que pague. Lo que habría que hacer es dar muchos más medios a la enseñanza pública, que se está abandonando. Cuando yo era pequeño había bofetadas para ir a los colegios públicos. Eran buenísimos. Y los privados eran peor", cuenta Javier, quien cree que con esta fórmula los alumnos pueden quedar finalmente segregados por clases sociales y acabar formándose guetos. 

Este abogado de 57 años tampoco está a favor del pin parental, una propuesta de Vox que pretende que los padres puedan vetar la participación de sus hijos en ciertos talleres, sobre todo los de sexualidad. Unos contenidos que están contemplados en las leyes autonómicas y que tienen el objetivo de educar en la diversidad. 

"Quieren al niño en la cueva y que nadie lo saque de ella. La única manera de salir, el único ascensor social es la educación. ¿Por qué quiero yo ocultar a mi hijo una realidad? Esas charlas están muy preparadas por pedagogos, docentes…", apunta Javier, una postura que choca frontalmente con la de José. "Dar materias nocivas para los niños desde las instituciones públicas debía estar penado y los padres deben poder elegir qué tipo de información, qué tipo de religión, qué tipo de materia pueden recibir sus hijos", remarca este ingeniero agrónomo de 49 años y con dos niños en edad escolar. 

Puntos de vista distintos sobre cuestiones relacionados con un sector que lleva más de un año haciendo frente a la pandemia del coronavirus "como ha podido", con sus fallos, con sus aciertos, pero sobre todo con un gran esfuerzo por parte de toda la comunidad educativa.